LOS ALIMENTOS QUE COMEMOS

PRIORIZA PROTEÍNA VEGETAL

Reduce tu consumo de carne y productos de origen animal y opta por una dieta basada en productos vegetales

APROVECHA TODA LA COMIDA

Evita que los residuos orgánicos acaben en los basureros y vertederos para reducir las emisiones de metano, mejorar la fertilidad del suelo y aumentar el acceso equitativo a alimentos frescos

CONSUME LOCAL

Si puedes, prioriza el consumo local y conecta con su procedencia para ahorrar dinero y reducir el transporte, el envasado y el desperdicio de alimentos

Acciones cotidianas

PRIORIZA PROTEÍNA VEGETAL

CÓMO HACERLO:

REDUCE TU CONSUMO DE CARNE Y PRODUCTOS DE ORIGEN ANIMAL Y ADOPTA UNA DIETA BASADA EN PRODUCTOS VEGETALES

  1. Cambia proteínas de origen animal por más proteínas de origen vegetal
  2. Diversifica tu dieta y cocina más en casa
  3. Consume productos de temporada
  4. Opta por alimentos de producción local, busca agricultores y mercados locales que ofrezcan productos sostenibles
  5. Habla con tus amigos y familiares sobre opciones de alimentos saludables y sostenibles para animarles a cambiar también sus dietas
  6. Hazte vegetariano, vegano o flexitariano entre semana
  7. Intenta incluir en tu plato un arco iris de verduras en cada comida

¿CÓMO AYUDA ESTO?

Cambiar la carne por comidas con proteínas de otras fuentes reduce los impactos medioambientales negativos y es bueno para tu salud. Cuantas más verduras comas, más nutrientes obtendrás y mejor te sentirás. No todo el mundo puede hacerse vegano/vegetariano de repente, pero todos y todas podemos reducir la cantidad de proteínas de origen animal que compramos y consumimos, y esto puede tener impactos asombrosamente positivos. Cambiar a una dieta basada en vegetales, ser más selectivo en cuanto a la procedencia de la carne o hacerse vegetariano durante los días laborables, puede suponer un cambio en los tipos de proteínas presentes en el mercado y el impacto que suponen sobre el planeta. Los problemas van mucho más allá de la crueldad animal que se da en las granjas industriales. El consumo global de proteínas animales es un problema enorme, especialmente en lo que se refiere a emisiones de carbono.

Acciones cotidianas

APROVECHA TODA LA COMIDA

CÓMO HACERLO:

EVITA QUE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS ACABEN EN BASUREROS Y VERTEDEROS PARA REDUCIR EL METANO, MEJORAR LA FERTILIDAD DEL SUELO Y AUMENTAR EL ACCESO EQUITATIVO A ALIMENTOS FRESCOS

  1. Diseña tus comidas para aprovechar todos los alimentos
  2. Compra únicamente lo que puedas terminar o guardar: no desperdicies los alimentos después de haber pagado por ellos. Si los tiras, estás tirando tu dinero a la basura
  3. Cuando compres alimentos, evita el envasado excesivo y llévate tus propias bolsas
  4. Busca las frutas y verduras “feas” e incorpóralas en tus comidas
  5. Presta atención a tu forma de almacenar los alimentos para maximizar su frescura como, por ejemplo, utilizando recipientes sellados en tu nevera y despensa
  6. Adéntrate (más) en el mundo del enlatado, las conservas y la congelación para alargar la vida de los alimentos
  7. Haz caldo con los restos de comida
  8. Transforma los restos de comida en abono
  9. Comparte el exceso de comida para que todo el mundo tenga suficiente (hay muchas apps que ayudan con esta cuestión)
  10. Averigua qué hay en tu barrio y aboga por soluciones comunitarias de compostaje y procesamiento de residuos orgánicos

¿CÓMO AYUDA ESTO?

La tierra necesita nutrientes para producir alimentos sanos y deliciosos, pero a nivel mundial, eliminamos las plantas de la tierra y luego arrojamos los residuos en grandes agujeros o montones gigantes donde se mezclan con otros materiales domésticos y microorganismos, produciendo lixiviados tóxicos insalubres y metano (que es un gas de efecto invernadero 25 veces más potente que las emisiones de dióxido de carbono). Las sobras de comida y el pan duro no son basura ni mucho menos. Están llenos de componentes básicos para la vida: ¡nutrientes! Tu cuerpo los digiere cuando los comes, pero si no lo haces, la tierra podría aprovechar esos nutrientes. Esto, a su vez, puede reducir la necesidad de fertilizantes y productos químicos (añadidos) que a menudo acaban agotando la salud y la productividad del suelo a largo plazo. Así que, al sacar los productos orgánicos de los vertederos abiertos y de los basureros, podemos reducir las emisiones en el aire y las toxinas en el medio ambiente, así como devolver los nutrientes a la tierra para que produzca plantas aún más sanas ¡y deliciosas!

Acciones cotidianas

CONSUME LOCAL

CÓMO HACERLO:

SI PUEDES, CULTIVA TUS PROPIOS ALIMENTOS O COMPRA EN MERCADOS DE PRODUCTOS AGRÍCOLAS LOCALES PARA CONECTAR CON LA PROCEDENCIA DE TUS ALIMENTOS Y ASÍ AHORRAR DINERO Y REDUCIR EL TRANSPORTE, EL ENVASADO Y EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS

  1. Cultiva, planta y siembra lo que puedas, donde puedas
  2. Crea o únete a una escuela o huerto urbano
  3. Conecta con tu comida: averigua de dónde viene y cómo se produce
  4. Haz crecer de nuevo verduras como puerros, zanahorias y remolachas en tu casa en un vaso de agua en vez de desecharlas
  5. Si no puedes cultivar los alimentos tú mismo, apoya a un agricultor local sostenible o compra en mercados de productos agrícolas
  6. Promueve, desarrolla y apoya iniciativas en tu edificio, calle o comunidad que aumenten tu acceso a espacios para cultivar alimentos

¿CÓMO AYUDA ESTO?

Al cultivar tus propios alimentos, aunque solamente sustituyas una pequeña cantidad de los que consumes a nivel comercial, puedes conectar mejor con lo que comes, además de reducir el impacto de los envases, el transporte y el desperdicio de alimentos. El despilfarro de alimentos es un problema importante, desde la suma de los impactos de los recursos empleados en la creación del artículo, hasta el embalaje y las bolsas de supermercado necesarias para llevarlos a casa, pasando por el derroche de la cadena de suministro y las expectativas comerciales sobre el aspecto estético de los alimentos. El acceso a la tierra y el tiempo para cultivar no es igual para todos, así que si no puedes cultivar tus propios productos, considera la posibilidad de encontrar y apoyar agricultores locales o unirte a una cooperativa de agricultores. La agricultura comunitaria a pequeña escala tiene muchos beneficios añadidos, como una mejor calidad de los alimentos, del aire y del suelo, plantas polinizadoras para las abejas y otros insectos, y ¡más nutrientes en tu dieta!